domingo, 5 de agosto de 2012

Cambios.



El tiempo siempre pasa frente a nuestros propios ojos, lamentablemente los míos siempre están cerrados a las cosas que me rodean. Creo que soy ese tipo de persona que primero camino y después mira las cosas que han acontecido, que muchas veces habla y después piensa, que siempre está observando los detalles, pero jamás echo una ojeada a mi propia vida.


Ayer me di cuenta que casi todas las cosas están basadas en cambios. Me pregunté si era acaso la gente la que cambiaba o eramos nosotros mismos, pero no encontré ninguna respuesta coherente, es obvio que todos cometemos errores y que las dos partes cambian de acuerdo a las experiencias que vivimos, pero a qué llega ese punto, es decir, uno jamás termina de conocer a la gente y eso no quiere decir que no podamos hacer amigos. A veces la gente nos decepciona y creo que ese es el caso,  pero eso pasa por esperar mucho, por confiar demasiado y creer que todo el mundo es bueno.

Los años van pasando y cada ves siento más que los amigos son menos, no porque me lleve mal con todas las personas que conozco, porque debo reconocer que detesto eso, si no que es el hecho de que me doy cuenta que las promesas de la infancia fueron solo promesas de la infancia y nadie sabía lo que realmente hacía. ¿Es entonces que yo estaré cambiando?  Tomando en cuenta que este año termino el colegio, que cumplo 18 y millones de cosas más, supongo que si, supongo que también estoy  cambiando, es solo esa sensación de mirarse al espejo y observar con delicadeza los detalles, de ver que quizás he crecido, que he tomado decisiones y caminos distintos, que estoy construyendo mi sendero, que estoy mirando hacia el futuro porque las cosas de atrás son tan solo simples recuerdos que no se pueden cambiar. Por eso hoy es un día diferente, porque hoy me di el valor de detenerme, mirar el espejo, cerrar los ojos, estar sola y observar mis aciertos, esos momentos felices, como también mis errores y los momentos en los cuales una lágrima no era suficiente para curar el dolor del alma, solo hacía falta tiempo porque eso era suficiente para cicatrizar. Recordé a toda la gente que se ha ido y a todas esas personas que se han quedado, me sorprende de que hayan tantas cosas de las cuales no me he olvidado, tantos momento vívidos, sensaciones y sueños. ¿Por qué debería estar triste? Si mi vida no es perfecta, pero siempre intento mejorar en lo que más puedo, de hecho, estoy feliz, porque las amenazas y debilidades siempre me han hecho crecer, las lejanías me hacen querer estar más cerca, los sueños me hacen querer llegar hechos, que mis ataduras y problemas son mis propias limitaciones contra las cuales lucho cada vez que puedo.

He aprendido muchas cosas estos últimos años y juro que nunca me cansaré de aprender, porque los más maravilloso de este mundo es todas las cosas que tiene, los secretos que guarda, todo lo que podemos encontrar, decidí triunfar porque ese será mi camino, aunque a veces se vea lejano. He aprendido que todos cambiamos, que algunas personas llegan a tu vida por una razón, que no tengo que buscar mi lugar en el mundo porque mi lugar soy yo misma, que las personas que realmente quieres las llevas contigo a todos lados porque  están en tu corazón. 


1 comentario:

  1. la verdad concuerdo contigo, a pesar de que la gente te pueda traicionar, querer o ignorar, toda persona te deja una enseñansa, una experiencia distinta y unica.
    Muy bueno e interesante, me hiciste reflexionar el dia de hoy ;)

    ResponderEliminar