miércoles, 20 de agosto de 2014

ODA A 31 MINUTOS

Daban las 10 de la noche los días Sábados y si eras  de mi familia y no estabas frente a la T.V esperando el noticiero MÁS TOP de la televisión chilena eras un hereje.

 Iba más o menos en sexto básico, quizás quinto. Mis compañeros en el colegio me molestaban, decían que 31 minutos era infantil. A esa edad uno nunca es tan Lady Gaga como para mandarte un Born This Way y que digan los que quieran, a uno siempre le interesa la opinión de los demás compañeritos. En mi caso, creo que esa fue la primera serie de televisión infantil de la cual me sentía feliz de decir: "El sábado vi 31 minutos ¿y qué?, me gustó. Lo pasé Chancho". 

Era mi ritual favorito y esperaba con ansias aquellos sábados. Como no vivía con mis papás y ellos solo me iban a ver el fin de semana, era una de las pocas actividades que realizábamos en su acortada estancia en Curicó. Mi papá siempre ha tenido alma de niño, así que siempre estaba más atento a estar allí el sábado para nuestra reunión sagrada después del noticiero para poner el TVN. Se sentía identificado con Juan Carlos Bodoque, porque mi papá es geografo y el conejo rojo hacía La Nota Verde, era en ese momento que estaba más atento y me decía: "Sofi, mira, yo estuve en esa parte donde está Bodoque", o cosas de ese estilo. 

Eramos tan fanáticos que nos aprendimos todos los temas y me grabó un casette de todas las canciones cuando terminó la primera temporada. Era un casette pirateado, pero de todos modos era la materialización de una época que fue toda mi felicidad. 

Más sorprendente fue cuando me regalaron el CD ORIGINAL. Creo que ese fue mi verdadero primer regalo más preciado de la infancia después de mi oso, el Rudi. lo cuidé como hueso santo, literalmente. Aunque hoy esté pegado en mi pared.

No digo que todo tiempo pasado fue mejor, pero 31 minutos realmente me marcó como persona y espero no haber sido la única. Siento que fue algo que hizo más fuerte la relación que tenía con mi papá o quizás solo nos hizo compartir esos momentos geniales en mi memoria y no tengo palabras para describir lo hermoso que se siente eso hasta el día de hoy. 

Cuando fue 31 minutos al Festival de Viña pasó de nuevo, yo ya me había ido a vivir a Santiago por un tiempo. Y con mi papá como desquiciados prendimos la tele y literalmente nos gritamos todas las canciones, como si la Jani Dueñas o el Guatón Salinas nos fueran a escuchar. 

Cuando fueron a Todos Somos Manuel Lagos allí también estaba yo, sin mi papá eso si, pero muy feliz (literalmente, había mucho olor a felicidad-libertad-verde) gritando más que todos los cabros chicos que estaban con sus papás con cara de "¿mamá, que changos me trajiste a ver?".

El otro día eran más o menos las 9 y algo de la mañana en el matinal porotero de la Radio Uno cuando Lucho Hernández le dice a un auditor que había llamado para recomendar una picá que estaba lista la temporada de 31 minutos. Yo quedé como QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?! 

Descubrí que iba atrasada a la U, que había perdido mi pase escolar y que debía correr o morir. 

Olvidé todo. Nunca supe si era verdad lo que había escuchado.

Hoy leí una noticia en Terra de que volvería 31 minutos. No fue un sueño la voz de Lucho Hernández diciendo que de verdad volvían. Nunca voy a ser tan grande ni tan universitaria como para volver un rato a mi infancia de la mano de los títeres que me sacaron más sonrisas en la historia de la televisión chilena.


Si eh shileno, eh weno.




lunes, 11 de agosto de 2014

REAPARICIÓN



Ultimamente tengo el ego muy alto, tanto que siento que voy a explotar, pero escucho James Blunt o Simple Plan y me voy a freír monos al África. No creo que esas canciones me representen, bueno algunas si, no las más corta venas amorosamente hablando, sino las que tienen que ver más con todo eso de dramas que sacan a mi adolescente que llevo dentro a llorar como una nena. Supongo que soy bastante empática  con la música. Si hasta las canciones de la hermana Glenda me dan pena algunos días. Los días que no, soy una insensible que no llora ni con A Walk to Remember. 

Hablando del ego, no puedo negar que es MEGA CACHILUPI sentirse arriba de ese avión de papel donde absolutamente nadie puede sacarte. Donde sientes que la gente puede decir cualquier cosa de ti y FILO. No importa. Ellos no saben lo que costó llegar donde estoy. Ellos no estuvieron en los momentos en los que de verdad necesitabas a alguien. Ellos piensan que te controlan. Ellos piensan que sigues siendo tonta e inocente.

Al paso que voy me voy a quedar sola y sin amigos quizás. Ojalá no.

Pero el punto de lo que me traía aquí era que desde que uno de mis profes de la Universidad dijo: "Si algo te apasiona ¿por qué dejarlo para mañana? empieza HOY", fue entonces cuando dije: "Recorcholis, estamos mal, no actualizo mi blog hace como quinientosmilcuarentaytres años". Pasó el tiempo hice un blog nuevo, quería olvidarme del pasado y seguir con mi vida desde la parte en donde escapé del pueblo-chico-infierno-grande y listo. Un mes. Dos meses. Tres. No escribí más. Mi diario de vida. El Jose. Cuatro  o cinco amigos más cercanos. Amigos-conocidos de la U. Familia. Mi circulo cercano curicano se extingue como si se fuera un exterminio.  

Desde esa clase que el profesor abrió mi mente hacia un nuevo universo. Al final estaba tan japi con mi primer semestre universitario, ocupada simplemente en estudiar y pasarlo bien -Es muy dificil, pero resulta. INTÉNTELO EN CASA-

Es por todas estas razones que tuve un intento de blog nuevo, porque blog nuevo vida nueva. Esto fue lo que resultó:  quise abandonar este, sobre todo por mis primeras entradas llenas de faltas de ortografía y dislexicamente escritas, como siempre, ese desorden mental que tengo por pensar muy rápido, además de ser media pava y no darme cuenta cuando releo las cosas -en realidad casi nunca releo las cosas-. Al fin he vuelto a mis orígenes, de esta página web que comenzó el 2010 con una reflexión muy EMOEMOEMOEMOEMOEMO  simple y llena de sentimientos extraños que me llenaban de palabras que no sabía bien cómo expresar en esos momentos. 

El tiempo pasa volando. 

Vuela

         Vuela
 
                      Vuela

Como una nube de confort.

Ya son cuatro años desde que era una teen loca por Paramore que recién sacaba a flote una personalidad, que no sabía que tenía. Por cosas de la vida, esa personalidad me llevó a estudiar una carrera que amo con todo mi ser, a descubrir un mundo nuevo lleno de gente parecida a mi. No obstante, como buena desadaptada que soy, en alguna parte de mi sigue escondiéndose ese personaje que creo haber dejado atrás, con un mundo interior más gigante que las cosas más grandes que se puedan imaginar. Tengo claro que las circunstancias de la vida cambian a las personas, pero también tengo entendido que tú esencia NO puede cambiarla NADIE.

Y volví. En toda mi divinidad. 


Cambio y fuera