miércoles, 27 de marzo de 2013

La historia de mi polera favorita

     

 Muchas personas piensan que la ropa es solo un accesorio más o algo que usamos para vernos más bonitos y transmitir nuestro propio estilo, hacer que la gente vea que estamos al tanto de las últimas modas, a veces la ropa nos hace parecer alguien que no somos y hay otras veces en verdad no importa que rayos te pongas.

      Se que podemos tener mucha ropa, pero siempre vamos a tener nuestra tenida favorita, esa que usamos en cuanto sale de la lavadora, para los mejores eventos o para días especiales, como si fuera una cábala mágica que nos diera la suerte que necesitamos. Por lo menos a mi me pasaba eso.

    Recuerdo que una vez, cuando tenía 11 años fui a Johnsons con mi mamá porque había liquidación, la verdad es que en ese entonces no me gustaba mucho salir a vitrinear porque toda la ropa para niña era apretada o muy escotada, cosa que no venía con mi personalidad ni con mi cuerpo, ya que era un tanto gordita y siempre he tenido la manía de vestirme de acuerdo a como me siento o simplemente a veces me pongo cualquier cosa. No obstante, ese día fue diferente al resto, estaba media amurrada porque no quería estar allí, mi mamá me mostraba faldas, faldas y más faldas sabiendo que yo odiaba las faldas. Mirando el panorama vi un cartel que decía que vendían unas poleras a $1.990, yo, de pura curiosa, fui a ver qué era lo que se tejía y frente a mis ojos aparecieron unas maravillosas prendas en tres colores diferentes (negro, fucsia y verde), las poleras eran normales pero adelante tenían un estampado blanco con muchas figuras diferentes que fue lo que más me llamó la atención, iba a tomar la negra, pero otra señora, adelantándose a mis movimientos fue más rápida que yo y se la llevó, así que sin más remedio tomé la fucsia y me la probé, se veía excelente y me gustó desde el primer momento que la vi, así que mi mamá me la compró feliz de que no hubiese elegido nada negro ni muy dark.

     Con esa polera pasé algunos de los momentos más importantes desde los 11 a los 15 años, con ella salía casi todos los fines de semana, me sentía cómoda y bonita, me daba una confianza que no podía tener con ninguna otra prenda de ropa que tuviese en mi closet, con ella fui a mi primera fiesta, hice mis primeros amigos y tuve mis primeras salidas en las tardes a la casa de mis amigas; estuvo presente también cuando me cambié de colegio, cuando tuve que dejarlo todo para comenzar de nuevo en un lugar diferente donde no conocía a nadie y en esos entonces me costaba mucho ser sociable.  Podríamos decir que era algo casi fundamental para mi y no se por qué cobró tanto valor a lo largo del tiempo.

    Las figuras que tenía estampadas se comenzaban a salir con tanto lavado y comenzaron a verse algunos hoyitos que, según yo, casi ni se notaban, nunca me importó eso porque amaba esa polera, pero los años la fueron destiñendo y sus años útiles comenzaron a ser demasiado evidentes. Creo que la última vez que la usé fue para un festival llamado "Rock al Parque" con unos pantalones morados a cuadros,  me costó despedirme de ella, ya que parecía una amiga que siempre estuvo presente, pero ya estaba creciendo y debía desprenderme de muchas cosas que llevaba arrastrando, no podía estar para siempre pegada en la misma etapa, nunca volví a sentir tanto aprecio por una prenda de vestir porque empecé a confiar más en mi y en mis capacidades; al crecer me di cuenta de que si no hubiese sido por la compra de ese maravilloso artículo no sería quien soy hoy, ya que me ayudó en momentos complicados a apoyarme, quizás suene ridículo que me haya pasado esto con algo tan insignificante como lo es una polera, pero se que más de una vez todos nos hemos apoyado en algo material, espiritual o una persona para poder lograr tener confianza en nosotros, no obstante cuando comenzamos a cambiar y es momento de continuar el camino hay cosas que a veces hay que dejar ir. 


domingo, 24 de marzo de 2013

De la perfección, el cambio y de como rayos llegué aquí. ( Eso mismo pero al revés)

Hace algunos minutos atrás estaba escuchando música y  me di cuenta que mi reproductor aleatorio me odia con todo mi ser porque cambiaba la canción y no sabría decir el nivel de depresión  que tenía cada canción y yo al ser una persona demasiado influenciable por la música entre en un estado de coma-trance-depresivo de cinco minutos, pasa seguido en mi mundo de Sopa, pero el punto es que este no duró 5 minutos, si no que empecé a autotorturarme con canciones más tristes y   ¡taraaaaaaaaán.... aquí me tienen de nuevo! Ya casi se me olvidaba la contraseña del blog, pero la recordé, al principio siempre cuesta que salgan las palabras,pero últimamente tengo muchas ganas de hablar, y hablar sola de verdad sirve -cientificamente comprobado por mi- , en fin, esto tan solo era un preámbulo para explicar que he vuelto a las pistas baby, y creo que tengo para rato como blogger, aunque una de las más chantas y menos preparadas de toda la red chilena, que vergüenza si esto lo viera alguien experto en blogs, pero no importa, pretendo seguir diggievolucionando con el tiempo para ser una gran, gran, gran blogger, mentira, no pretendo ser como nadie, solo me gusta que alguna gente lea tanta tontera que escribo en mis momentos de desahogo exponencial con el mundo de la red, en vez de dar pena o felicidad en una red tan común como Facebook, es mejor explayarse por esta plataforma tan común, en twitter no puedo, 140 caracteres son muy poco para expresar todo lo que debo decirle al mundo y tampoco me gustaría ser yutuber' está muy de moda, ahora toda gente habla en youtube como si se fuera a acabar el mundo, no pretendo criticarlos porque pienso que son gente común y corriente como yo que busca apoyo incondicional e imaginario en gente que lea o vea esto que se que nadie verá, algo complicado que nadie entenderá. En conclusión SOPHIE HA VUELTO :D



Siento que estoy cambiando, pero al mismo tiempo todo a mi alrededor da vueltas, las personas ya no son las mismas, al parecer esta ciudad está más vacía o ha perdido algo que antes solía tener. Por momentos aterrizo de mi nube y me doy cuenta de que las cosas han evolucionado de una manera demasiado acelerada  y que lo que pensé que jamás de afectaría poco a poco cobra fuerzas y sobresale, se me sale de las manos y aflora a la luz del día, donde jamás debería ser vista. Es terrorífico pensar que me fui a Santiago y al volver me ha costado acostumbrarme a mi nueva vida aquí, lo malo es que allá tampoco era mi lugar y este tampoco parece serlo, es como si de un momento a otro me hubiese perdido en la inmensidad del planeta, pero poco a poco me voy dando cuenta donde estoy parada, ubicando nuevamente mis objetivos, tomando decisiones apresuradas, cometiendo errores, cayendo y levantándome.

Uno de estos días me pasó algo extraño, me di el tiempo de meditar y aunque fue un error garrafalmente suicida me di cuenta que estoy de a poco aprendiendo a entenderme y aunque no se si eso me haga una mejor persona, por lo menos me sirve para crecer. Y quizás eso sea lo que pase, solo por el hecho de crecer todo está cambiando, todo la vueltas y nada para en un solo punto, llegó el otoño, ya pasó el verano, es tiempo de que las hojas caigan y todo aquello anterior al presente sea nada más que parte de los recuerdos, como esos momentos que jamás se repiten.

Se que esto no tiene nada de coherencia, pero hace tiempo que no me pasaba por el blog a escribir sobre lo que pasaba en mi vida, pensar que empecé esto cuando tenía 15 años hace que vea con más claridad que el tiempo pasa y a veces nos deja atrás, se que va a sonar demasiado cliché pero "El tiempo es irrecuperable" porque al fin y al cabo es en parte como la muerte, irreversible.  Cuando tenía 15 era la misma enana que ahora, solo que solía ser más inmadura de lo normal para tomar una serie de decisiones, pretendía tener la cabeza en las nubes pero mis pies jamás estaban en el suelo, de hecho ahora, a mis 18 años aun me cuesta estar presente en la realidad, pero se que de una forma u otra debo hacerlo para poder cumplir todos mis sueños, esa es una de las cosas que el tiempo no ha podido robarme, esa fuerza que no se de donde rayos saco para soñar y poder decir constantemente que voy a cumplir mis expectativas de vida, creo que algunas personas le llaman fe. En lo que creo que he cambiado es que ahora confío más en mi, pienso que pasar por tantas situaciones distintas a las que pasa el resto de las personas me ha llevado a pensar de una forma muy particular a la del resto, no quiero decir que sea algún tipo de chica perfecta, más bien soy el ser humano más imperfecto en la faz de la tierra, de todos modos tampoco busco la perfección en las cosas, porque una vez escuché que lo perfecto está dentro de lo imperfecto. En este momento te preguntarás ¿Qué rayos tiene esta tipa en la cabeza? o ¿A qué se refiere con perfecto imperfecto?, bueno, si no entendiste te explico: Imagina que algo no tiene errores, al principio , ok , hermoso, pero al pasar del tiempo se termina transformando en una monotonía , porque si todo fuese perfecto no tendríamos qué reparar ni de qué aprender, si no cometiéramos errores no podríamos sacar una enseñanza de ellos. Es decir, si algo fuese perfecto no tendría emoción ni tampoco sería un desafío y por si no te haz fijado, todo en esta vida se trata de desafíos porque si no los tienes no tiene sentido existes, pero no vives. La idea tampoco es que te estés equivocando constantemente, pero por lo menos de vez en cuando no hace tan mal. Por lo menos tendremos una razón para decir que aprendimos algo o para decir que de tanto caernos ya sabemos las tácticas para saber caer de tal forma que levantarse no sea tan difícil.-




"Aceptamos el amor que creemos merecer" Las ventajas de ser invisible.-